Finanzas para la paz en un mundo militarizado
El 27 de noviembre tuvo lugar en Bruselas y de forma virtual el «Foro de inversión industrial en defensa de la UE» ( EU Defence Industrial ...
De Sara Garcia MartinEl 27 de noviembre tuvo lugar en Bruselas y de forma virtual el «Foro de inversión industrial en defensa de la UE» ( EU Defence Industrial Investment Forum). Uno de los objetivos: debatir cómo los criterios ESG pueden obstaculizar la financiación de las empresas de defensa y cómo se pueden eliminar para animar a los bancos y a los inversores a invertir más en la industria de defensa. Durante el encuentro, Tommy Piemonte, responsable de investigación de inversiones sostenibles en Bank für Kirche und Caritas (BKC) y miembro de la red europea Shareholders for Change (SfC), formuló dos preguntas a través de su participación virtual. «Mis dos preguntas se referían, en esencia, a porqué la industria de defensa y los órganos de la Comisión Europea están tan interesados en etiquetar las armas como sostenibles y qué medidas pretenden adoptar para que la industria de defensa siga un camino más sostenible en sus actividades y comportamientos. Después me echaron del evento«, explica Piemonte.
Tras la expulsión del representante de BKC, según explican desde la red europea Shareholders for Change, después de más de una hora y un intercambio de correos electrónicos adicional con los organizadores del evento, se permitió que Piemonte volviera a participar con el argumento de que había sido expulsado temporalmente por «interrumpir la reunión» y que debía tener en cuenta que el propósito del foro era interactuar con el sector de defensa. Para Andrea Baranes, de Fondazione Finanza Etica, otro miembro de SfC que participó en la reunión online y pidió la reincorporación de Piemonte en el chat, «todo esto es inaceptable y, en nuestra opinión, no está en línea con las normas de transparencia de la UE existentes, sino que refleja la actual reacción negativa de ESG en la Unión Europea«.
«There is no sustainability without security» (No hay sostenibilidad sin seguridad) indicaba una de las frases de promoción del mencionado foro sobre defensa. Lamentablemente, los esfuerzos de la Unión Europea en materia de transición ecológica y lucha contra el cambio climático parecen diluidos. Para Andrea Baranes, de Fondazione Finanza Etica, «la Comisión Europea no parece tolerar las voces críticas con la única doctrina ahora en vigor: que las armas deben financiarse a toda costa, incluso con fondos socialmente responsables«.
Un 50% de aumento del gasto militar en los últimos diez años
En los últimos diez años el gasto militar de los países de la
OTAN miembros de la Unión Europea ha aumentado prácticamente
un 50%, pasando de 145.000 millones de euros en 2014 a una
previsión 215.000 millones en 2023: un importe superior al PIB anual
de Portugal. Este es uno de los datos que ofrece el 7º informe de las Finanzas Éticas en Europa, presentado en Madrid, el mismo día que en Bruselas se celebraba el mencionado Foro. «Las armas están absorbiendo una parte cada vez mayor de los recursos que los países destinan a nuevas capacidades productivas, nuevas tecnologías y nuevas infraestructuras«, indica la investigación. Un aumento del gasto militar que se produce a costa de otras partidas de gasto público.
Ese aumento del gasto militar ha generado una dinámica compleja que afecta a la inversión en este sector y el acceso a financiación. En un informe presentado por Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo, al Parlamento Europeo – el llamado Informe Draghi – se propone un cambio en la forma de financiar y gestionar la industria militar en Europa, apostando por una mayor integración y apoyo estatal, lo que podría transformar la dinámica del sector armamentístico en el contexto europeo. Draghi aboga a favor de que la industria militar tenga acceso a herramientas financieras de la Unión Europea y del sector privado, criticando la exclusión de este sector de las políticas de financiación. Argumenta que esa exclusión podría generar efectos negativos en la competitividad del sector financiero en general. El que fuera primer ministro italiano propone un enfoque más favorable hacia la industria militar por parte de los gobiernos europeos, lo que podría llevar a condiciones de mercado especiales y a una mayor garantía de mercado para estas empresas.
Tradicionalmente los bancos han sido bastante cautelosos a la hora de financiar a las industrias del sector debido a normas, consideraciones éticas y riesgos reputacionales. No obstante, la investigación sugiere el aumento de la presión «para romper tabúes y escrúpulos hacia la financiación de las empresas del sector«. Según sugieren varios informes, entre 2020 y 2022, las instituciones financieras, incluidas los principales bancos, grandes compañías de seguros, fondos de inversión, fondos soberanos, fondos de pensiones e instituciones públicas, apoyaron a la industria de defensa con al menos 1 billón de dólares.
Presentación del Informe Draghi Foto ©UE
Un enfoque radicalmente distinto de los bancos éticos
En claro contraste con esta tendencia de creciente militarización de la economía y las finanzas, los bancos éticos europeos están adoptando un enfoque radicalmente distinto. Todos los bancos éticos asociados a la Alianza Global para una Banca con Valores (GABV) y la Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos (FEBEA) adoptan criterios estrictos de exclusión de la financiación del sector de las armas. En febrero de este 2024, las entidades financieras que forman parte de la GABV suscribieron la llamada “Declaración de Milán«. El documento invita a la industria financiera a dejar de financiar la fabricación y comercialización de armas, pidiendo más transparencia en esta práctica.
Pero no sólo los bancos éticos han establecido políticas más o menos estrictas de exclusión de estas empresas de operaciones. También otros actores financieros, públicos y privados. Por ejemplo, el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, uno de los más grandes del mundo. En septiembre de 2024 el comité ético de este fondo añadió a la lista de las sociedades a excluir a General Dynamics y Larsen & Toubro, ambas implicadas en la producción de componentes clave de los submarinos nucleares estadounidenses e indios respectivamente. Recientemente, también ha tomado la decisión de desinvertir en el mayor grupo de telecomunicaciones de Israel por número de suscriptores de fibra después de que el consejo de ética del fondo adoptara en agosto una política más estricta sobre las empresas israelíes que operan en la Cisjordania ocupada.
Un enfoque que no merma la rentabilidad
Excluir al sector armamentístico de las inversiones y apoyos financieros no merma la competitividad. Una de las principales conclusiones del 7º Informe de las Finanzas Éticas en Europa es que los bancos éticos muestran una rentabilidad constante y resiliente en el tiempo y mantienen un ROE positivo incluso durante las crisis, con un desempeño históricamente superior a muchos bancos significativos. Evitar esa financiación ayuda a las finanzas éticas a concentrarse en la economía real, evitando especulaciones e intereses de mercados poco transparentes.
El enfoque de las finanzas éticas ofrece una visión alternativa y propositiva capaz de tener un impacto positivo no sólo en la economía, sino también en el tejido social y medioambiental. El análisis de su rendimiento demuestra, una vez más, que es posible orientar el sector financiero hacia modelos de desarrollo que favorezcan el bien común. «¿Cómo se puede invertir en armas y apoyar a la vez el desarrollo sostenible? En realidad la financiación de las armas es contraria a cualquier definición de finanzas sostenibles. Los conflictos están marcados por violaciones de los derechos humanos. La corrupción en el sector armamentístico está muy extendida. Los bancos deberían
evitar ser asociados a esta industria desde un principio. Creo que si un banco decide dejar de invertir en el sector de defensa tiene mucho que ganar respecto a la reputación de la marca y la fidelidad de la clientela«, indica en el Informe Martin Rohner, Director General de GABV.
Poner en valor el poder de las opciones financieras, el poder de la ética de las inversiones y el apoyo a los derechos humanos es uno de los objetivos de las finanzas éticas. «Abrir una cuenta en un banco ético no es sólo un acto individual, sino un acto de responsabilidad social que puede indicar el camino a políticos y el sector financiero«, afirma Anna Fasano, presidenta de Banca Etica. Promover la paz, luchar contra el cambio climático y combatir las desigualdades mediante el apoyo a la economía social son grandes retos a los que se enfrenta Europa y, para ello, desde las finanzas éticas las propuestas son claras: no a las armas en el marco de las finanzas sostenibles, transparencia en el comercio de armas y lucha contra los paraísos fiscales, aplicando medidas concretas para limitar las transacciones financieras vinculadas al comercio de armas que se esconden tras el anonimato de los paraísos fiscales. Medidas que pueden contribuir a construir una Europa más justa, sostenible y pacífica.