Los beneficios como palanca para aumentar el crédito a la economía real
Las finanzas éticas no tienen como objetivo último la maximización de los beneficios financieros: sitúan los beneficios sociales y medioambientales en el centro ...
De Nazzareno Gabrielli, Director General de Banca EticaLas finanzas éticas no tienen como objetivo último la maximización de los beneficios financieros: sitúan los beneficios sociales y medioambientales en el centro de su actuación. Por esta razón medimos nuestro éxito en términos de mejora del mundo, es decir la calidad de vida de las personas y el cuidado del planeta y no en términos puramente financieros. Sin embargo, esto no debe hacernos caer en la trampa de mirar con recelo los resultados del balance de Banca Etica, que muestra beneficios mayores cada año. Como si unos excelentes resultados financieros pudieran poner en duda nuestro modelo de finanzas «sobrias».
Este mes de mayo se han presentado en la Asamblea General de la cooperativa los resultados del Grupo Banca Etica. El Grupo cerró el ejercicio 2022 con un beneficio neto consolidado de 17,2 millones de €, en crecimiento respecto al año anterior. Esto es consecuencia de los resultados positivos de cada empresa: Banca Etica 11,6 millones de €; Etica Sgr 9,6 millones de €; Cresud 48 mil €. También en España (donde Banca Etica tiene sucursales en Bilbao, Barcelona, Madrid y Sevilla) se cierra por primera vez el balance anual con un resultado positivo (+0,6 millones de €).
El beneficio anual en el balance de una empresa es la diferencia entre los costes y los ingresos que la actividad ha registrado a lo largo del tiempo, pero también es la representación del valor que un año de actividad ha sido capaz de generar. Es un valor real, cuya apreciación cualitativa no deriva de su tamaño absoluto, sino más bien de otros factores como la relación con el volumen de negocio generado (que para un banco viene dado por los activos intermediados y el número de clientes), la naturaleza y dinámica de los costes incurridos (capacidad de organización y competencia profesional) así como los ingresos (precios aplicados a los clientes con constante atención a la equidad). En la práctica, más importante que el «cuánto» es el «cómo».
En este sentido, en estas semanas se ha publicado el Balance Social del banco que pretender rendir cuentas de los resultados de forma integral, teniendo en cuenta no solo los aspectos económicos sino también los sociales y medioambientales. Los datos reflejan que nuestro capital social aumentó en 6,6 millones de € (+8% respecto al año anterior) alcanzando los 88,6 millones de €. Desde 2018, el capital social ha aumentado casi un 27%, confirmando el creciente interés de personas y organizaciones que deciden hacerse socias de Banca Etica o aumentar su compra de acciones. La recogida directa de ahorro de la clientela alcanza los 2.493 millones de € en diciembre de 2022, registrando un +9,3% respecto a 2021. Desde 2018 Banca Etica ha vivido un aumento del 61% de la recogida de ahorro, frente al +18% del sistema bancario en su conjunto.
También es necesario considerar qué ocurre con ese valor generado: el beneficio de Banca Etica permanece en la empresa y no se distribuye. De este modo, ganan todos los que utilizan o se benefician de los servicios del banco -además de los accionistas de esa sociedad, en este caso cooperativo, que ven aumentar el valor de su inversión-, porque fortalece al banco, lo hace menos vulnerable a las perturbaciones «externas» y, fundamentalmente, le desempeñará cada vez mejor su función en el contexto económico. Para un banco disponer de más capital es el factor determinante fundamental (incluso teniendo en cuenta las obligaciones normativas actuales) para poder conceder más créditos. Se convierte en el principal factor de su acción «política y social», el único medio real de ejercer su función estatutaria.
Nuestro balance económico narra justo esto: el crecimiento de los beneficios es uno de los factores que nos permite cada año hacer crecer los créditos que otorgamos. Y el informe de impacto nos permite medir cómo estos créditos apoyan concretamente el crecimiento de una economía justa y respetuosa con el medio ambiente.