Retos para la enseñanza universitaria de una economía crítica
Alrededor de 160.000 estudiantes se matriculan en las carreras de ADE (Administración y Dirección de Empresas) y Economía, master y doctorados en estas ...
De valorsocialAlrededor de 160.000 estudiantes se matriculan en las carreras de ADE (Administración y Dirección de Empresas) y Economía, master y doctorados en estas materias. Al menos, esas han sido las cifras de los últimos cursos académicos, según datos del Ministerio de Educación. Representan aproximadamente un 11% del total del alumnado matriculado en la universidad española. Bastantes más en ADE que en Economía, quizás buscando la práctica más que la investigación en economía.
Asignaturas vinculadas a la microeconomía y la macroeconomía ocupan buena parte de los créditos obligatorios de estos grados universitarios. Sin embargo, diversos estudios ya han argumentado que prima una visión centrada en lo cuantitativo, la estadística y la matematización. Contenidos estos que dificultan las aproximaciones críticas y favorecen un aprendizaje desconectado muchas veces de los desafíos socioeconómicos actuales.
Economistas sin Fronteras publica ahora un estudio diagnóstico sobre la conexión de la docencia universitaria de Economía con los retos socioeconómicos actuales. Mediante entrevistas a docentes con un perfil relevante en distintas aproximaciones a la economía (como economía feminista, ecológica u otras), el documento pretende sistematizar las estrategias curriculares y metodológicas implementadas. Igualmente, también investiga sobre las respuestas del alumnado, complementando el estudio con una encuesta on line para recoger sus opiniones, con el fin de contrastar el discurso de los docentes.
Dificultades del propio sistema universitario
La principal conclusión del estudio pone de manifiesto que una de las mayores dificultades para la introducción de un enfoque más crítico es la manera como se ordena la propia actividad universitaria. «Asignaturas y temáticas que podrían incorporar una visión crítica han sido relegadas a un segundo plano, al tiempo que se ha ido reduciendo paulatinamente el margen de la libertad de cátedra en las aulas en favor de programas docentes más directivos», indica el estudio. Ello hace que la posibilidad de una formación más plural dependa en gran medida del trabajo militante del profesorado, con los costes personales que ello conlleva. A esto se suma, según el informe, la falta de relevo generacional y la reducción en el número de docentes críticos y comprometidos.
Pero, ¿cómo son los actuales estudiantes de economía? Nacidos, en su mayoría, entre mediados de la década de los 90 hasta mediados de la década de 2010, los actuales estudiantes de ADE o Económicas, han nacido en tiempos de consolidación de la sociedad digital. Los dispositivos electrónicos (sobre todo el móvil) forman parte intrínseca de su vida y su manera de informarse, formarse, entretenerse y socializar. No obstante, el informe alerta que «ser nativo digital no implica hacer un uso experto de los dispositivos digitales«.
¿Se muestra el alumnado interesado en la economía crítica?
Los docentes entrevistados muestran preocupación por «la capacidad de atención del alumnado, por el desarrollo de competencias lectoras y escritoras en general, y por el uso del libro en particular«. Por ello, los docentes buscan espacios que favorezcan la participación en el aula y fuera de ella, espacios más propicios para las reflexiones críticas. Sin embargo, para el personal docente entrevistado, el porcentaje del alumnado que muestra un interés por temas de economía crítica es una minoría. La investigación recoge la preocupación docente por el bajo nivel de asociacionismo y de participación en las actividades académicas realizadas fuera del marco de la docencia convencional en el aula.
No obstante, el alumnado participante en la encuesta se muestra receptivo a estas metodologías, señalando que métodos como la invitación de personas expertas al aula, las prácticas en horas lectivas o el desarrollo de actividades basadas en el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) son algunas estrategias que podrían resultar efectivas.
La encuesta realizada al alumnado también contradice la imagen de estudiantes poco preocupados por el mundo donde vive y la potencia de la ciencia económica para intervenir de manera efectiva en la economía. Aunque el estudio recuerda que se trata de una muestra escasa, casi la mitad del alumnado valora la necesidad de conocer la pluralidad y evolución de las doctrinas económicas más allá de la perspectiva neoclásica dominante. Entre los temas de más interés del alumnado figuran el desarrollo sostenible, las desigualdades de género, la globalización o asuntos vinculados al fraude fiscal de las multinacionales.
Necesidad de mayor colaboración activa entre docentes
Para reconectar la docencia de la economía con los desafíos actuales, el diagnóstico incluye algunas recomendaciones, como la necesidad de una colaboración activa entre docentes. «Multiplicar los espacios donde se facilite el debate temático , el intercambio de conocimientos y las revisiones críticas de contenidos evitarían tanto la reproducción de los esquemas de docencia convencionales, como el estancamiento en el propio pensamiento y acción heterodoxa», indica la investigación.
Otras recomendaciones serían la realización de cursos de formación especializada en enfoques críticos, la sistematización de propuestas innovadoras en la enseñanza de la economía crítica o la elaboración de materiales pedagógicos de economías críticas adaptados a metodologías activas.
El documento supone un apoyo para la labor de muchas entidades, asociaciones y personas que buscan transformar la manera de entender la economía e incorporar la enseñanza de la economía crítica en los espacios formativos.