Educación Financiera: una herramienta vital contra la violencia económica

La primera semana de octubre se celebra en España la Semana de la Educación Financiera.  Se trata de una iniciativa promovida por el Plan de Educación Financiera, proyecto impulsado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Según la última encuesta de competencias financieras realizada por el Banco de España, publicada en noviembre de 2023, el 81% de las personas encuestadas no sabe responder a preguntas básicas sobre competencias financieras, siendo las mujeres quienes tienen un mayor desconocimiento. La adquisición de estas competencias es un aspecto clave para prevenir la violencia económica y patrimonial.

La Fundación Nantik Lum y el Grupo de Investigación de Finanzas y Gobierno Corporativo de la Universidad de Oviedo acaban de publicar una investigación que examina el fenómeno de la violencia económica y financiera desde una perspectiva jurídica. «Un paso más para visibilizar y comprender la violencia económica como otra forma de violencia de género«, afirman desde ambas entidades. «Nuestro objetivo es que este análisis impulse cambios normativos que reconozcan la violencia económica como una realidad que afecta a miles de mujeres en España, para que así puedan ser protegidas y empoderadas financieramente«, indican en la investigación.

Violencia sutil con graves consecuencias

La violencia económica es una forma de violencia de género que se manifiesta a través del control de la economía doméstica y la limitación de la independencia económica de la mujer. Este tipo de violencia, que incluye el control económico, la explotación y el sabotaje laboral, es la tercera manifestación más frecuente de violencia de género, después de la violencia emocional y la psicológica de control. A pesar de su sutileza, tiene graves consecuencias en la salud de la mujer y su familia, comprometiendo su proyecto de vida de manera crónica. Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, su prevalencia es del 11,5%, afectando a aproximadamente 2.350.684 mujeres en España.

El informe “Violencias Económicas y Salud Financiera: Un estudio jurídico” señala, en primer lugar, la falta de una definición clara de la violencia económica en la legislación española, a pesar del reconocimiento del Convenio de Estambul. En este sentido, el informe indica que la violencia económica no está explícitamente incluida como una modalidad de violencia de género en la Ley Orgánica 1/2004, lo que limita su reconocimiento y tratamiento en el ámbito penal, donde se asocia principalmente con el delito de impago de pensiones.  En el contexto internacional, la mayoría de las normativas que existen son de carácter meramente recomendatorio y no obligatorio. En Europa solo 23 países cuentan con leyes específicas sobre este tipo de abuso, destacando entre ellos Francia y Reino Unido.

Vínculo entre salud financiera y violencia económica

La investigación también menciona la necesidad de una educación financiera específica para los operadores jurídicos, especialmente en los juzgados de Violencia de Género y de Familia, para poder discernir adecuadamente estos casos. Igualmente, sugiere la unificación de criterios en el tratamiento judicial de la violencia económica, considerando su impacto expansivo hacia los hijos de las víctimas y la necesidad de abordar estos casos de manera integral. El informe describe conductas específicas que constituyen violencia económica, como la restricción de recursos económicos, el control de gastos, la administración de ingresos y patrimonio generados por la mujer o la toma de decisiones financieras sin su consentimiento.

«La violencia económica está invisibilizada y es sutil pero no por ello es menos dañina ya que puede tener graves consecuencias en la salud de la mujer y el núcleo familiar, incluso comprometiendo su proyecto de vida de manera crónica. De hecho, es el tipo de violencia de género que más perdura en el tiempo, ya que trasciende la separación de la pareja», se indica en el estudio. La educación financiera es crucial para prevenir la violencia económica y promover el bienestar financiero, contribuyendo así a la salud física y mental de las mujeres.