Fiare Banca Etica: una banca ética y cooperativa al servicio de la transformación social
Fiare Banca Etica se presenta como un referente de la banca ética en España, con un fuerte vínculo con la economía social ...
De Sara Garcia MartinFiare Banca Etica se presenta como un referente de la banca ética en España, con un fuerte vínculo con la economía social y solidaria. Nacida del impulso de movimientos sociales y ciudadanos, esta entidad se define como un banco «libre, independiente y cooperativo«, que opera bajo principios de gobernanza democrática y financiación transformadora.
Conversamos con Juan Garibi, responsable comercial y de desarrollo estratégico de Fiare Banca Etica, para profundizar en el modelo participativo de la entidad, sus aportes a la economía social y solidaria, y los retos que afronta la banca cooperativa en la actualidad.
Orígenes y valores
Fiare Banca Etica nació del impulso de movimientos sociales y ciudadanos. ¿Por qué fue clave adoptar un modelo de banca cooperativa?
Desde el principio, entendimos que una gobernanza cooperativa era esencial para ofrecer una respuesta realmente transformadora. Era un principio irrenunciable. Además, nos inspiramos en otras entidades europeas de la red FEBEA —especialmente Banca Etica en Italia—, que también operan bajo modelos cooperativos.
¿Cuál es la visión fundacional y los valores clave de Fiare Banca Etica?
Se basa en una gobernanza democrática que garantiza una persona un voto y promueve la participación y la horizontalidad, en la ausencia de ánimo de lucro como principio estructural, en la financiación exclusivamente dirigida a proyectos con impacto social y ambiental positivo que son evaluados mediante criterios exigentes que van más allá de certificaciones formales, en una estrecha vinculación con las redes de economía social y especialmente con la economía solidaria, y en un compromiso firme con el desarrollo comunitario a nivel local. Tanto la banca cooperativa como las finanzas éticas comparten esta visión democrática y transformadora, alejadas del modelo financiero especulativo.

Modelo participativo e impacto
¿Cómo asegura Fiare Banca Etica la participación real de las personas socias?
La participación se articula en varios niveles: derecho al voto —todas las personas socias tienen el mismo peso, independientemente del capital aportado—; estructura de portadores de valor, que incluye grupos locales, personas trabajadoras y la Mesa de Socias de Referencia; composición del Consejo Rector, que debe reflejar la base social; y los Grupos de Iniciativa Territorial, que permiten una participación de la base social en la vida cotidiana de la cooperativa, incluyendo la valoración socioambiental de las solicitudes de financiación. Todo ello acorta distancias con la gestión técnica y permite una participación informada y efectiva.
¿Qué distingue a Fiare como banca ética dentro del modelo cooperativo?
Nuestra seña distintiva es la limitación del destino de los fondos: solo financiamos proyectos con impacto positivo, tras una evaluación socioambiental rigurosa. También es clave, como hemos mencionado anteriormente, la gobernanza democrática. Este elemento, así como la ausencia de mercados secundarios donde vender las participaciones, determina una limitación en la posibilidad de obtener rentabilidad de estas participaciones. Y, por último, otro elemento importante, es el carácter mayoritariamente local, de apego y raíces en un territorio, que determina una propuesta integral para esa tierra, no un marketing abstracto para vender online.
¿Qué criterios sociales y ambientales aplicáis antes de conceder crédito a un proyecto?
Realizamos un proceso de valoración socioambiental en el que participan nuestros socios y socias del territorio. Hay un criterio clave que es la adecuación entre el proyecto presentado y los valores de nuestra entidad. Medimos el impacto del crédito desde dos ángulos: el impacto subjetivo (el tipo de entidad: ánimo de lucro o no, gobernanza…) y el objetivo (lo que en concreto hacen en la sociedad). Pedimos información sobre políticas de igualdad, condiciones laborales, formación, sostenibilidad ambiental, trabajo en red y compromiso con el entorno.
¿Qué indicadores empleáis para medir el impacto social y ambiental? ¿Podrías dar un ejemplo?
De cara a medir nuestro propio impacto en la sociedad, agregamos el impacto producido por nuestras financiaciones, ponderado por el peso que éstas han tenido en la consecución de los resultados. Por ejemplo, sabemos que con 10.000 euros de ahorro integramos a 3 personas en procesos de inclusión social, 107 personas se benefician de proyectos de cooperación internacional, acogemos a 4 migrantes, favorecemos en un 40 % el acceso a una vivienda en cesión de uso o se apoyan 13 hectáreas de producción ecológica.

Vínculo con la economía social
¿Por qué la economía social y solidaria es estratégica para Fiare?
No solo trabajamos para la economía solidaria, sino que somos parte de ella. No es una estrategia empresarial, es nuestra razón de ser. Nuestra evolución está directamente ligada a la salud del sector. Ofrecemos líneas de financiación específicas, sobre todo pensadas para entidades pequeñas que trabajan en red. Las grandes organizaciones pueden acceder fácilmente a financiación convencional; cuando nos eligen, lo hacen por compromiso. Su relación con nosotras fortalece su conexión con el conjunto de la economía social.
¿En qué redes participa Fiare para reforzar la intercooperación?
Participamos en diversos niveles: dentro de la UNACC (Unión Nacional de Crédito Cooperativo), en FEBEA (Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos), en CEPES (Confederación Empresarial Española de la Economía Social) y en la Mesa de Finanzas Éticas de REAS, la Red de Economía Alternativa y Solidaria.
Retos
¿Qué barreras de visibilidad y comprensión enfrenta la banca cooperativa y ética?
Somos visibles y conocidos en nuestro entorno, pero muchas veces no se nos reconoce como proveedor financiero, sino como aliado comprometido. Esto muestra que hay conocimiento, pero no una comprensión plena de lo que somos ni de lo que ofrecemos. Debemos mejorar nuestra comunicación para que se entienda que, además de principios, tenemos capacidad operativa.
¿Cuál es el principal reto que afronta la banca cooperativa en el futuro?
El mayor reto es preservar la biodiversidad financiera frente a la tendencia de homogeneización del sector. Es necesario reconocer que las entidades pequeñas y locales tienen otra naturaleza y no se les puede exigir lo mismo que a las grandes porque se les obliga a tener unos servicios centrales enormes para controlar una actividad pequeña y de bajo riesgo.