Castellano
Derechos Humanos

La financiarización de la guerra: cómo las finanzas impulsan el rearme europeo

Banca Etica denuncia cómo la UE promueve el rearme europeo movilizando ahorros ciudadanos y finanzas privadas para la industria armamentística.

De Andrea Baranes, miembro de Banca Etica
Imagen ©valori.it originada con DALL.E - IA

Mucho se ha escrito en las últimas semanas sobre ReArm Europe, el plan de rearme de 800.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea. Las críticas se centran tanto en la forma como en el contenido. En cuanto a la cuestión formal, la Comisión ha recurrido al procedimiento de urgencia previsto en el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, lo que en la práctica excluye al Parlamento del proceso de debate y aprobación. Una decisión duramente cuestionada por el propio Parlamento Europeo, con el voto unánime de su Comisión de Asuntos Jurídicos. Un enfrentamiento institucional que refleja bien el clima político que se respira en Bruselas.

Nueva deuda para las armas: se suspenden normas para financiar el rearme

En cuanto al contenido, el Plan prevé que 650.000 de los 800.000 millones provengan de los Estados miembros. Se generaría así nueva deuda pública, pero esta no se contabilizaría en el cálculo de los conocidos ratios deuda/PIB que establece el Pacto de Estabilidad. Desde hace años se solicita a la Unión Europea que revise estos criterios macroeconómicos, que impiden invertir en la lucha contra el cambio climático, el empleo, la sanidad o la educación.

Lo que siempre se ha negado para afrontar emergencias sociales y ambientales, o para garantizar derechos fundamentales a la ciudadanía europea, se aseguraría ahora —y sin debate democrático— para la producción de armamento.

Finanzas privadas y titulización: los ahorros ciudadanos al servicio del rearme

Si ese es el panorama desde la óptica de las finanzas públicas, el de las finanzas privadas es, si cabe, aún peor. La UE está redoblando sus esfuerzos para movilizar el capital y los ahorros de la ciudadanía europea y dirigirlos al sector armamentístico. En este sentido, resulta clave el desarrollo de la Saving and Investment Union, una directiva que lleva meses en discusión y que se centra en la idea de que el ahorro de los ciudadanos europeos (se estima que unos 10 billones de euros sólo en cuentas corrientes) podría canalizarse más hacia los mercados financieros, para apoyar a las empresas europeas. La expansión de las titulizaciones es fundamental para alcanzar ese fin.

En las últimas semanas, el proceso para aprobar esta directiva ha recibido un impulso decisivo precisamente por la necesidad de encontrar nuevas vías de financiación para la industria armamentística. De este modo, personas trabajadoras y ciudadanía en general podrían acabar viendo cómo sus fondos de pensiones e inversión se llenan de títulos financieros que, a través de mecanismos complejos y opacos como las titulizaciones, acaban financiando la industria de las armas.

Imagen creada con Inteligencia Artifical ©Copilot
Finanzas especulativas y armas: los riesgos que el debate público ignora

Como señala el Grupo Banca Etica en su posicionamiento, más allá del mecanismo en sí, “en la carrera por obtener fondos para el rearme, nadie parece hacerse una pregunta crucial: ¿cuáles son los riesgos de confiar a las finanzas privadas y especulativas la obtención de recursos para financiar el gasto militar, una actividad crucial para los Estados y con enormes implicaciones geopolíticas y sobre los derechos humanos?”.

De hecho, el camino que está tomando Europa abre la puerta a una peligrosísima financiarización de la guerra, creando “mecanismos que alimentan los conflictos, porque en los conflictos se multiplican las oportunidades de negocio para algunos actores”. ¿Podemos permitirnos delegar en los mercados financieros y en la lógica del beneficio decisiones de consecuencias potencialmente devastadoras, como qué armas producir y en qué cantidad?

Armas y finanzas sostenibles: una combinación inaceptable para las finanzas éticas

Junto a esto, hay otro aspecto especialmente preocupante para el mundo de las finanzas éticas: el intento cada vez más explícito e insistente de incluir las armas dentro del ámbito de la financiación sostenible. Ya informamos de cómo la Comisión Europea había iniciado este camino, apelando a lemas como “no hay sostenibilidad sin seguridad”. Una visión sencillamente inaceptable para el mundo de las finanzas éticas, como han manifestado de forma clara las principales redes europeas (FEBEA) e internacionales (GABV).

Con este posicionamiento, el Grupo Banca Etica reitera con mayor fuerza aún la exclusión total de cualquier financiación a la industria armamentística. Una opción fundacional de las finanzas éticas, que se lleva adelante día a día tanto a través de la operativa diaria como de la colaboración con redes y organizaciones que se oponen a la lógica de la guerra. En este sentido, el posicionamiento del Grupo retoma y cita algunos de los principales llamamientos que, desde toda Europa, reclaman un cambio de rumbo. Como se afirma en la conclusión, «es posible y necesario construir relaciones —entre seres humanos y también entre naciones— basadas en el diálogo y la diplomacia». Pensar y promover vínculos fundados en la paz, los derechos y la justicia social y ambiental no es ingenuo. «Es el único futuro posible”.

El mejor modo de mantenerte al día.

Desde la redacción de Valor Social a tu correo una selección de noticias de finanzas éticas y economía sostenible.