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Una investigación revela gran impacto social y ambiental en el algodón certificado usado por grandes marcas de moda

¿Puede una camiseta certificada con el sello del mejor algodón sostenible del mundo (Better Cotton) estar vinculada a deforestación y abuso de derechos ...

De valorsocial
Plantación de algodón en Sao Desiderio, estado de Bahia (Brasil), junio 2023 ©Earthsight

¿Puede una camiseta certificada con el sello del mejor algodón sostenible del mundo (Better Cotton) estar vinculada a deforestación y abuso de derechos humanos? Así lo asegura la última investigación (Fashion Crimes) publicada por la ONG británica Earthsight. El estudio reconstruye el viaje recorrido por más de un millón de toneladas de algodón desvelando que, a pesar de contar con certificación ética, el cultivo de esta materia prima en Brasil está relacionado con el acaparamiento de tierras, la deforestación ilegal, violaciones de derechos humanos y corrupción. Y señala a gigantes como H&M e Inditex como usuarios de este algodón en su cadena de suministros.

La etiqueta Better Cotton (BC) se ha convertido con los años en un símbolo de preocupación por el medio ambiente. Anteriormente conocida como Iniciativa para un Algodón Mejor (BCI), esta etiqueta se creó en Suiza hace quince años. Una cuarta parte del algodón del mundo se produce bajo los principios de su certificación, que implica no sólo unos requisitos mínimos sobre las condiciones laborales en granjas y fábricas, si no también protección ambiental durante la producción de algodón, incluida la reducción del uso de agua y pesticidas y la protección de los suelos y la biodiversidad. Los gigantes del sector textil Inditex y H&M (uno de los miembros fundadores de Better Cotton) son los mayores usuarios del planeta de algodón certificado por BC. Sólo Inditex consumió 205.000 toneladas en 2022, según datos del informe.

Brasil produce la mayor cantidad del mundo de algodón con certificado Better Cotton, con un 42 por ciento del volumen mundial certificado. En el país, el programa Algodón Brasileño Responsable (ABR), que certifica la Asociación Brasileña de Productores de Algodón (Abrapa), opera bajo un acuerdo de evaluación con Better Cotton. Esto significa que los productores que cultivan algodón de una manera que respeta el programa ABR pueden vender su algodón como BC. Sin embargo, la investigación de Earthsight demuestra que la producción de algodón en el oeste del estado brasileño de Bahía está vinculada a una serie de ilegalidades.

Incendio en Barreiras, estado de Bahia (Brasil), en junio 2023 ©Earthsight

Al sur del Amazonas se encuentra la ecorregión de El Cerrado, uno de los paisajes bioclimáticos con mayor valor ecológico de la Tierra. Sin embargo, la agresiva expansión de la agroindustria está provocando que las comunidades tradicionales y la biodiversidad estén bajo presión por la invasión de plantaciones, extracción insostenible de agua y contaminación por pesticidas. Todo ello provoca un grave daño medioambiental, pero el informe también documenta graves casos de violencia contra los habitantes de la zona, vinculado al acaparamiento de tierras y la corrupción.

El cultivo del algodón no es ajeno a esta situación, no sólo por la huella de carbono extremadamente alta en comparación con otros productos básicos debido al uso intensivo de pesticidas para su producción, sino también por los problemas de acaparamiento de tierras. La investigación pone el foco en dos grandes empresas vinculadas al agronegocio y el cultivo de algodón: Grupo Horita y SLC Agrícola. Ambas tienen un destacado historial de deforestación ilegal e infracciones ambientales en el oeste de Bahía. Ambas empresas exportaron directamente al menos 816.000 toneladas de algodón de Bahía a mercados extranjeros entre 2014 y 2023.

Parte del algodón exportado, vinculado a conflictos sobre derechos de la tierra y abusos ambientales en Bahía, llevaba la etiqueta Better Cotton. Algodón certificado como ecológico usado por fabricantes de ropa asiáticos que utilizan algodón de Grupo Horita y SLC Agrícola y, al mismo tiempo, suministran a H&M e Inditex millones de prendas de algodón terminadas. Una cadena de suministro con fallos que provoca que este algodón poco ético llegue en Occidente a un consumidor responsable.

Better Cotton ya ha sido acusada en otras ocasiones de lavado verde y criticada por no permitir una trazabilidad completa de las cadenas de suministro. Otros análisis indican que la etiqueta no puede verse como una garantía de responsabilidad ambiental o social. A pesar de ello, Inditex y H&M han confiado su sostenibilidad a los requisitos de Better Cotton sobre el respeto de los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Tras hacerse pública la investigación de Earthsight, en una carta enviada a la prensa, Inditex reclama a Better Cotton «un plan para dotar de la máxima visibilidad al conjunto de la industria sobre las prácticas certificadas y avanzar de manera decidida en materia de trazabilidad«.

Tras demostrar que el sistema de certificación ético de la cadena de suministro de Better Cotton (BC) es defectuoso, un claro ejemplo de greenwashing, la ONG británica autora del informe señala algunos aspectos que deben mejorar. Entre ellos, la regulación gubernamental necesaria para reformar los sectores del algodón y la moda. En este sentido, el informe subraya que iniciativas como la Directiva de Debida Diligencia de Sostenibilidad de la Unión Europea podrían exigir a las empresas identificar y minimizar los impactos negativos en sus cadenas de suministro. Igualmente, señala que empresas como Inditex o H&M deben ir más allá del uso de esquemas de certificación para garantizar que sus productos se obtengan de manera ética, y deben instituir sus propias políticas y controles más rigurosos.

La industria de la moda necesita una transformación radical para abordar sus problemas sistémicos. La falta de transparencia en las cadenas de suministro textiles o el desperdicio masivo de ropa en el modelo de fast fashion (moda rápida) son algunos de ellos. Por ello, es importante el apoyo a proyectos y programas que buscan desarrollar materiales más ecológicos, procesos de producción limpios y tecnologías de reciclaje avanzadas. Igualmente, apoyar la transición hacia una economía circular en la moda implica también fortalecer y adoptar prácticas como el alquiler de ropa o el reciclaje de prendas, prologando la vida útil de la ropa.  Inversión responsable en innovación textil, transparencia en la cadena de suministro para la inversión o financiación de la economía circular son algunos de aspectos que pueden vincular a las finanzas éticas con la transformación del sector textil.

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