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Derechos Humanos

Decathlon, Amazon o Levi’s aún no han firmado el acuerdo internacional sobre salud y seguridad en la industria textil

La mañana del 24 de abril de 2013, el edificio Rana Plaza, en Bangladés, que albergaba cinco fábricas textiles, se derrumbó. El edificio habí...

De valorsocial
Foto por: Fahad Faisal, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

La mañana del 24 de abril de 2013, el edificio Rana Plaza, en Bangladés, que albergaba cinco fábricas textiles, se derrumbó. El edificio había sido evacuado el día anterior porque los trabajadores habían señalado grietas peligrosas en las paredes. Hubo 1.134 personas muertas y más de 2.500 heridas. La catástrofe puso en la diana internacional las prácticas de grandes marcas vinculadas al sector textil: peligrosas condiciones de las fábricas, salarios de miseria o limitaciones a la capacidad de los trabajadores para organizarse colectivamente.

Apenas tres semanas después del desastre, más de 200 marcas importantes firmaron, ese 2013, el primer «Acuerdo sobre Incendios y Seguridad de los Edificios en Bangladés» (ACCORD). Ese acuerdo sentó las bases del firmado en 2021, el «Acuerdo Internacional para la Salud y la Seguridad en la Industria Textil y de la Confección», en vigor, que contempla mejoras que van desde la instalación de equipos contra incendios y la eliminación de cerraduras de las puertas hasta renovaciones a gran escala de edificios estructuralmente inseguros, así como capacitación de personas trabajadoras o un mecanismo de quejas.

Una normativa que ha provocado cambios reales reconocidos por las 200 marcas de todo el mundo que han firmado acuerdos consecutivos, incluidas algunas de las marcas más grandes y conocidas del mundo como H&M, Uniqlo o Inditex. Sin embargo, sigue habiendo marcas importantes que siguen escudándose detrás de autocontroles o iniciativas lideradas por la industria sin participación sindical. Por ejemplo Levi’s, IKEA, Decathlon o Amazon, entre otras.

Salarios muy bajos y represión por protestas

Tal y como alerta la campaña internacional Clean Clothes, el desastre del Rana Plaza fue causado por algo más que un edificio inseguro. Una de las razones por las que los trabajadores se sintieron obligados a entrar al edificio Rana Plaza fue la amenaza de retener los salarios, que son tan bajos que los trabajadores a menudo tienen deudas importantes. El proceso de revisión salarial más reciente, en 2023, acordó un nuevo salario mínimo de 12.500 BDT (113 USD), poco más de la mitad de lo que los sindicatos pedían según los cálculos del costo de vida. A este salario mínimo se suma la represión y denuncias por las protestas de las personas trabajadoras. Clean Clothes denuncia que «las marcas intentan lavarse las manos de la responsabilidad tanto por el establecimiento de otro salario que deja a los trabajadores incapaces de poner suficiente comida en la mesa como de las amenazas legales que ahora enfrentan«.

La reticencia de marcas como Levi´s a firmar el acuerdo viene marcada por su voluntad de tener sus propias auditorías y controles. Desde el inicio, la mayoría de marcas americanas decidieron sumarse al “Alliance”, un acuerdo similar al ACCORD, pero, al incorporar el vínculo jurídico, en el caso de resolución de conflictos, muchas de estas marcas no firmaron el acuerdo. Levi’s se abastece de más de 60 fábricas de Bangladesh y Pakistán. La firma del acuerdo obligaría a la empresa a permitir que inspectores de seguridad externos entraran en sus fábricas; además, debería garantizar prestaciones de salud y de seguridad esenciales a quienes trabajan allí.

Clean Clothes denuncia que al negar su adhesión al programa y a costearlo, pero sí seguir abasteciéndose en las fábricas que están siendo mejoradas por este programa, Levi’s o IKEA se están aprovechando de los esfuerzos de estas otras marcas. Una investigación de la campaña, de 2022, muestra cómo estas grandes empresas se han beneficiado de los progresos realizados por un programa que no apoyan ni financiera ni políticamente.

Foto web www.ropalimpia.org
Petición de extender el Acuerdo a otros países

La aprobación por parte del Parlamento Europeo, el pasado mes de abril, de la Directiva sobre Debida Diligencia de las Empresas en Materia de Sostenibilidad (CSDDD, por sus siglas en inglés) es un paso importante para responsabilizar a las marcas por su impacto en las cadenas de valor globales,. No obstante, solo cubre a las empresa más grandes activas en la Unión Europea. «Además, a pesar de los esfuerzos por ampliar la gama de instrumentos internacionales incluidos en la ley, el texto final todavía no incluye explícitamente los convenios cruciales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre seguridad y salud en el trabajo. Esto dejará a muchos trabajadores que producen ropa para consumidores europeos en riesgo de trabajar en condiciones peligrosas«, indican desde Clean Clothes

Por todo ello, desde la campaña internacional se sigue apelando  específicamente a las marcas que no han firmado aún el Acuerdo Internacional, para que sumen a él. Pero también hacen un llamamiento a expandir el Acuerdo a otros países (actualmente vigente en Bangladés y Pakistán): «Actualmente, los trabajadores en India, Turquía, Vietnam, Egipto, Camboya y otros lugares no tienen ningún mecanismo de queja independiente al que recurrir, ni sus fábricas son controladas periódicamente mediante inspectores independientes. La expansión del Acuerdo a sus países hará que las fábricas sean más seguras para todos los trabajadores en las cadenas de suministro de las marcas firmantes del Acuerdo«, subrayan.

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