El 40% de los fondos europeos «sostenibles» invierte en empresas de carbón, petróleo y gas
Para el consumidor, invertir en fondos verdaderamente sostenibles resulta cada vez más complicado. Una nueva investigación revela que alrededor del 40 por ciento de ...
De valorsocialPara el consumidor, invertir en fondos verdaderamente sostenibles resulta cada vez más complicado. Una nueva investigación revela que alrededor del 40 por ciento de los fondos europeos que se autodenominan sostenibles invierte en empresas que obtienen una parte sustancial de sus ingresos de los combustibles fósiles. ¿Cómo elegir entonces el mejor fondo para invertir si uno piensa también en el planeta?
La Comisión Europea está considerando un nuevo sistema para dejar más claro qué empresas pertenecen a un fondo sostenible. Por su parte, la entidad reguladora del mercado de valores europeo (European Securities and Markets Authority – ESMA) está trabajando en unas nuevas directrices que prohibirán que los fondos con nombres como «sostenible» y «climáticamente neutral» inviertan en empresas que obtengan más de un cierto umbral de sus ingresos del carbón, el petróleo o el gas natural.
¿Responsabilidad de los inversores?
La nueva investigación de la plataforma Follow the Money, realizada junto a la plataforma de investigación holandesa Investico y periodistas de varios medios europeos, analiza datos de casi 300.000 inversiones realizadas por 1.300 fondos (por importe de 525.000 millones de euros) y las compara con las normas del regulador europeo. Los resultados son poco alentadores: más del 40 por ciento de los fondos tienen inversiones en empresas que obtienen importantes ingresos de los combustibles fósiles. En los Países Bajos, más de la mitad de los fondos comercializados a los consumidores infringen las nuevas normas de la ESMA; en Dinamarca, Suiza, España e Italia, cerca del 50 por ciento tampoco cumplen la normativa.
El gigante inversor estadounidense BlackRock y el gestor de activos francés Amundi comercializaron alrededor de 40 fondos cada uno a consumidores europeos, utilizando términos como “ESG”, “sostenible” o “planeta”, y sin embargo poseían acciones de empresas de combustibles fósiles. Por ejemplo, según indica la investigación, las inversiones de Amundi ascendieron a más de 575 millones de euros, incluidas acciones de la petrolera estatal de Arabia Saudí, Saudi Aramco. Ante las preguntas de los periodistas de Follow the Money, el inversor BlackRock argumentó que la responsabilidad de las inversiones en fósiles recaía en los inversores: «Como fiduciario, estamos centrados en ofrecer a nuestros clientes opciones para cumplir sus objetivos de inversión. La denominación de nuestros fondos, los prospectos y el material informativo de apoyo brindan transparencia en cuanto a la metodología y los objetivos de inversión de cada fondo«.
Necesidad de un marco normativo más fuerte y transparente
La investigación muestra la necesidad de una definición clara del concepto «sostenible». Las nuevas directrices de la ESMA, como autoridad europea de mercados y valores, que está previsto que entren en vigor este año, intentan garantizar que las afirmaciones de un fondo de ser sostenible se reflejen de manera consistente en los objetivos y la política de inversión del fondo. No obstante, como indica la investigación, «los gestores de fondos siguen eludiendo las normas lo mejor que pueden«. Como el gestor de inversiones holandés Meesman. En diciembre, cambió el nombre de su Meesman Index Fund Shares Sustainable Future, que incluye participaciones en el conglomerado industrial indio Adani y la empresa energética española Enagás, a Meesman Index Fund Shares Responsible Future. De «sostenible» a «responsable». Pequeños ajustes en el nombre de un fondo que no es responsable con el planeta.