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Greenwashing

¿Compensaciones de carbono o greenwashing?

La iniciativa SBTi-Science Based Targets initiative (Objetivos Basados en la Ciencia) es una de las principales organizaciones de certificación climática del mundo. Se ...

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La iniciativa SBTi-Science Based Targets initiative (Objetivos Basados en la Ciencia) es una de las principales organizaciones de certificación climática del mundo. Se puso en marcha en 2015 para ayudar a las empresas a fijar objetivos de reducción de emisiones, en línea con los Acuerdo de París y las evidencias científicas. Se formó como una colaboración entre CDP, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). En octubre de 2021, el SBTi lanzó el Estándar Corporativo Net-Zero al que se han sumado ya más de 4000 empresas. Esta iniciativa proporciona el marco y las herramientas para que las empresas establezcan objetivos que limiten el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.

Hasta ahora, SBTi había subrayado la importancia de recortar de manera significativa los gases de efecto invernadero, descartando el uso de compensaciones de carbono. Sin embargo, el martes 9 de abril la Junta Directiva de la SBTi publicó un comunicado planteando la posibilidad de compensación de emisiones: «cuando esté respaldado adecuadamente por políticas, estándares y procedimientos basados ​​en evidencia científica, el uso de certificados de atributos ambientales con fines de reducción de emisiones de Alcance 3 podría funcionar como un apoyo adicional para hacer frente al cambio climático«. Esto significaría permitir créditos de carbono en su certificación «estándar cero», dejando que las empresas los utilicen para compensar las emisiones de sus cadenas de suministro, conocidas como emisiones de alcance 3.

Este anuncio ha provocado que las personas trabajadoras de esta organización pidieran, en una carta de la que se han hecho eco algunos medios, la dimisión del director general, Luiz Fernando do Amaral, y de los miembros del consejo de administración que apoyaran la iniciativa. Según publica el diario británico The Guardian, la declaración del personal de la organización decía: «Estamos dispuestos a apoyar cualquier esfuerzo destinado a garantizar que la SBTi no se convierta en una plataforma de ecopostureo donde las decisiones estén indebidamente influenciadas por grupos de presión, impulsadas por posibles conflictos de intereses y un pobre cumplimiento de los procedimientos de gobernanza existentes”. La SBTi no ha respondido aún a esta declaración. El borrador de las nuevas normas dentro del estandar de SBTi se publicará en julio.

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Debate sobre efectividad compensaciones de carbono

El posible cambio en la política de la iniciativa SBTi, organización referente en certificación climática y avalada por Naciones Unidas, ha vuelto a traer a la actualidad el debate sobre la efectividad de las compensaciones de carbono. ¿Qué son estas compensaciones? En 1997, el Protocolo de Kioto estableció las compensaciones como una herramienta para gobiernos y empresas pudieran contrarrestar sus emisiones de gases de efecto invernadero, financiando proyectos que reducen o capturan carbono en la atmósfera. Estas iniciativas incluyen la reforestación, el uso de energías renovables o la implementación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono. Al adquirir créditos de carbono, las organizaciones o individuos compensan sus propias emisiones invirtiendo en proyectos que ayudan a equilibrar el impacto ambiental.

Si bien esta herramienta pretende contribuir a la mitigación del cambio climático, ha sido objeto de críticas y cuestionamiento por parte de organizaciones ecologistas y científicas. la organización ecologista Greenpeace considera que estas compensaciones son un «lavado verde«: «Las compensaciones ahogan la ambición y dan a los contaminadores una forma de evitar hacer reducciones de emisiones genuinas, sustanciales y oportunas. Es como decir que te pones a dieta pero sigues comiendo pastel mientras pagas a otro para que coma lechuga», han indicado en varias ocasiones.  También se han elaborado estudios que sugieren que sólo el 12% de las compensaciones que se venden dan como resultado “reducciones reales de emisiones”.

El portal británico Carbon Brief, web de referencia en temas climáticos, elaboraba a finales del pasado año un especial sobre este tema, recogiendo aportaciones de varios científicos y estudios que plantean la compensación como una solución climática problemática. El problema central de la compensación de carbono lo resume en ese especial Robert Mendelsohn , profesor de economía y política forestal en la Escuela de Medio Ambiente de Yale: «No han cambiado el comportamiento y, por lo tanto, no han dado lugar a ninguna reducción de carbono en la atmósfera… Han logrado una mitigación cero«.

Para sus partidarios, sin embargo, la compensación es un sistema mutuamente beneficioso que canaliza miles de millones de dólares hacia proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo, como proyectos de energía renovable. Según las voces partidarias de este sistema de compensaciones, sería una forma efectiva de impulsar la acción climática corporativa, alentar a los gobiernos a prometer recortes de emisiones más ambiciosos y canalizar la financiación climática donde más se necesita.

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Aumentan las denuncias por publicidad falsa o engañosa

El mayor escrutinio de las promesas de emisiones netas cero de las empresas y una mayor sensibilización ciudadana han convertido en una tendencia al alza las denuncias por publicidad falsa o engañosa, a menudo sobre la base del uso de compensaciones de carbono. Recordemos las denuncias a compañías aéreas que declaran ser «neutrales en carbono» o eventos deportivos internacionales «neutros en carbono» que engañan a las personas aficionadas. Sin ir más lejos, en nuestro entorno, la multinacional Repsol ha recibido en lo que va de año tres denuncias relacionadas con la práctica del «blanqueo ecológico»: una por parte de Iberdrola y dos denuncias presentadas conjuntamente por Ecologistas en Acción, Greenpeace España y la Federación de Consumidores y Usuarios CECU. 

En la ceremonia de apertura de la COP 27 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), celebrada en noviembre de 2022, el propio Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres lanzó reprobaciones hacia las prácticas de ecopostureo y el incumplimiento de compromisos. Guterres se dirigió especialmente a las empresas de combustibles fósiles y sus facilitadores financieros indicando que “el uso de promesas falsas de emisiones cero netas para encubrir la expansión masiva de combustibles fósiles es censurable, es un gran engaño. Esta farsa debe terminar”.

En este, como en otros ámbitos, las finanzas éticas han adoptado un enfoque significativamente diferente. Se centra en una contabilidad precisa de las emisiones y en una información transparente, recurriendo a las compensaciones sólo cuando es necesario para hacer frente a emisiones inevitables. No se trata simplemente de calcular la conveniencia económica entre los costes de contaminación y la compensación. Por ello es necesario abogar por un marco sólido y transparente para abordar el blanqueo ecológico en todas sus formas. Mientras tanto, las finanzas éticas seguirán evitando las relaciones financieras con sectores enteros, incluidas las industrias del carbón y el petróleo. 

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