La Bolsa Social, la plataforma que conecta a empresas e inversores con valores
La Bolsa Social fue la primera plataforma de financiación participativa autorizada por la CNMV en España, y ya cuenta con una comunidad de ...
De Entrevista con Jose Moncada, Director General de La Bolsa SocialLa Bolsa Social fue la primera plataforma de financiación participativa autorizada por la CNMV en España, y ya cuenta con una comunidad de más de 8.500 personas que ha canalizado 8 millones de euros a 30 empresas con impacto social positivo.
La Bolsa Social nace en 2014 como respuesta a dos grandes necesidades en España: por un lado, la escasez de opciones de financiación para empresas sociales; y por otro, la poca oferta de productos de inversión de impacto para el pequeño inversor. Por ello, José Moncada decidió crear la Bolsa Social, una plataforma de equity crowdfunding que conecta a empresas de impacto social con inversores alineados con sus valores.
¿Cómo y cuándo surge la Bolsa Social?
La idea de la Bolsa Social surge en 2014 cuando estoy en París trabajando para la Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA). Durante la crisis financiera de 2008 pudimos ver con dureza las consecuencias de un mercado financiero que progresivamente ha ido dejando de servir a la economía real para servirse a sí mismo exclusivamente, generando beneficios para unos pocos, pero socializando las pérdidas. En esa época entré en contacto con emprendedores sociales e inversores de impacto europeos, que usan la fuerza de la dinámica empresarial para generar modelos de negocio y soluciones escalables y económicamente sostenibles para los retos sociales y medioambientales que tenemos. Comprendí que era el tipo de economía por la que valía la pena trabajar, y propuse crear un espacio financiero donde se encontraran esos emprendedores y esos inversores de impacto social, es decir, una Bolsa Social. En 2015 volví a España y creamos la Bolsa Social, que obtuvo la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ese mismo año, siendo la primera plataforma de financiación participativa autorizada en España.
¿Cómo funciona?
El equipo de la Bolsa Social selecciona las empresas por su impacto social y su potencial de crecimiento y, en el caso de los préstamos, de repago de la deuda, y tras un análisis riguroso y un proceso de due diligence, los publica en la plataforma online de la Bolsa Social. Ahí, cualquier persona registrada puede ver la información sobre la empresa y el equipo que tiene detrás, y decidir invertir directamente a través de la plataforma. Las rondas de inversión están abiertas al público entre uno y dos meses, pero suelen cerrarse antes de ese tiempo, cuando alcanzan el objetivo de inversión. Una vez cerrada la ronda, pueden seguir la evolución de la empresa a través de la plataforma con reportes periódicos y, en el caso de los préstamos, recibir el repago periódico de su préstamo. En todo caso, no son inversiones especulativas, sino de largo plazo, de capital paciente, que quiere crecer con la empresa.
Además del objetivo de facilitar la financiación de empresas sociales, la Bolsa Social busca también promover un tipo de inversión denominada inversión de impacto. En los últimos años temas como inversión de impacto, impacto social, finanzasde impacto… parece que se abren paso en el mundo de la inversión financiera,superando conceptos como responsabilidad social corporativa, informes de impacto ambiental, etc.
¿Qué significa realmente inversión de impacto?
La inversión de impacto es invertir en empresas que construyen una economía más humana, empresas que sirven a las personas y al planeta, y no al revés. Se habla de inversión de impacto cuando los inversores invierten su dinero, bien en forma de inversión en capital o en forma de préstamo, en empresas que tienen la misión de producir un impacto positivo y medible en la sociedad y en el medio ambiente, y además ofrecen una rentabilidad. Se distingue de la filantropía en que los inversores esperan una legítima rentabilidad económica, y se diferencia de otras estrategias de inversión socialmente responsable (ISR) en que la inversión contribuye directamente a causar una transformación positiva en la sociedad o el medioambiente. No es una inversión especulativa, sino dirigida a financiar empresas de la economía real con el objetivo de producir un cambio positivo y medible.
Por eso, los criterios diferenciadores de la inversión de impacto frente a otras estrategias de inversión son tres. En primer lugar, la intencionalidad, es decir, la inversión debe tener esa misión o intención de producir un impacto positivo. En segundo lugar, la mensurabilidad o medición, es decir, la transformación positiva que produce la inversión debe ser cuantificable y medible. Y, en tercer lugar, la adicionalidad, es decir, la inversión debe dirigirse a corregir un fallo de mercado que no está suficientemente servido por la inversión convencional.
¿Cuál es el perfil de las personas inversoras de la Bolsa Social?
No hay un solo perfil. Es una comunidad abierta y heterogénea de 8.500 personas deseosas de apoyar a empresas que resuenan con sus valores. Tenemos desde pequeños inversores que se inician en este mundo con una inversión de 50 euros en un préstamo sostenible, a inversores más experimentados en la inversión de startups. El ticket medio de inversión en los préstamos es de aproximadamente 1.500 euros por inversor, mientras que en equity (capital) es de unos 4.000 euros por inversor. No obstante, la inversión mínima para los préstamos es de 50 euros y para el equity, 1.000 euros.
¿Qué tipo de empresas tiene en cartera?
Depende del tipo de inversión, ya que los inversores pueden invertir directamente en equity o préstamos. La inversión en capital se dirige a apoyar startups de impacto social. Son empresas jóvenes, que están dando sus primeros pasos y necesitan socios para crecer. La inversión en préstamos está dirigida a empresas más consolidadas, por tanto con menos riesgo, donde analizamos su solvencia financiera y su capacidad de repago del préstamo, que buscan financiación para ampliar su actividad. También financiamos construcción de viviendas sostenibles, que está a caballo entre el equity y el lending.
¿Todas las inversiones que plantea La Bolsa Social se dirigen a la inversión de impacto o es sólo una parte de su área de actuación? ¿Tiene la Bolsa Social otro tipo de inversiones?
Todas las empresas que obtienen financiación de los inversores de la Bolsa Social son empresas de impacto social y medioambiental. A través de la Bolsa Social, cientos de inversores particulares han canalizado 8 millones de euros a 30 empresas con impacto social positivo en áreas como la agricultura sostenible, el consumo responsable, la calidad en la educación, el acceso a la cultura, la discapacidad, la economía circular, el acceso al agua en poblaciones desfavorecidas, el cuidado de nuestros mayores y dependientes y la sostenibilidad en la arquitectura, las ciudades y la moda.
En el sector de la inversión de impacto, ¿todas las entidades que ofertan productos de impacto tienen la misma visión de impacto social?
Cada entidad tiene su visión de impacto social, y todas son valiosas y complementarias. Cada vez hay más actores financieros que ofrecen productos de inversión de impacto y eso es muy positivo. Es cierto, no obstante, que últimamente asistimos al crecimiento del “impact washing”, es decir, entidades financieras convencionales que no salen de su esquema tradicional de inversión y que dicen ofrecer productos de inversión de impacto social pero que, en el mejor de los casos, son productos de inversión de los llamados ASG, de inversión especulativa en mercados financieros, donde el impacto es mucho menor e indirecto. Por eso es muy importante que el inversor de impacto entienda bien dónde pone su dinero, qué riesgos asume y qué impacto real quiere generar con su inversión. Por desgracia, hay mucho “marketing” vacío solo motivado por un mero interés comercial.