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Parte 4
Inversión de impacto

Gestores de inversión de impacto: oportunidad de mercado versus voluntad de transformación

Según el informe “La inversión de impacto en España: Oferta de capital, segmentación y características”, publicado por Spainnab, en el ...

De valorsocial
Foto iSotck by @William_Potter

Según el informe “La inversión de impacto en España: Oferta de capital, segmentación y características, publicado por Spainnab, en el año 2020 el mercado de la inversión de impacto en España gestionó 2.378 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 26% respecto a 2019. Pero ¿quién gestiona estas inversiones? Entre los actores que gestionan capital para la inversión de impacto, el estudio identifica fondos de capital privado (gestión del 22,6% del sector), la banca ética y social (gestión del 64%), fundaciones (10% del sector) y otros (una miscelánea de aseguradoras, fondos de pensiones, fondos de financiación públicos, etc., que supondría el 3% del sector).

En este ecosistema de gestores de capital de impacto conviven actores con amplia trayectoria de financiación para la transformación, como la banca ética o fundaciones de marcado carácter social, con nuevas figuras, algunas de las cuales incorporan la oferta de inversión de impacto dentro de una cartera de servicios que se adapta a la actual demanda del mercado y que muchas veces incluye otros fondos tradicionales que entran en clara contradicción con la voluntad transformadora de la inversión de impacto. En estos casos es quizás el mercado el que impulsa la inversión de impacto, más que la voluntad real de transformación. 

En el ámbito internacional encontramos algún ejemplo de esta falta de coherencia. BlackRock es uno de los gestores de inversiones más grande en el ámbito internacional, con billones de dólares en activos que controlan grandes participaciones en muchas de las empresas más grandes del mundo y en unas cuantas entidades financieras. Hace un par de años lanzó su primer fondo de inversión de impacto con el objetivo de invertir en compañías que contribuyeran a cumplir con los ODS. Pero junto a ello, es uno de los tres principales inversores de las ocho compañías petroleras más grandes del mundo y, el pasado año, un informe realizado por las ONG Reclaim Finance y Urgewald revelaba que la compañía sigue teniendo intereses vinculados al sector del carbón, con participaciones que rondan los 85.000 millones de dólares. 

Apuestas innovadoras con carácter transformador

Sin embargo, entre esos nuevos actores que ha generado la inversión de impacto también han emergido apuestas innovadoras, con marcado carácter de transformación, que han aprovechado la actual coyuntura favorable para poner en marcha mecanismos que acerquen nuevas formas de financiación a las empresas de carácter social.

La Bolsa Social se crea en el año 2014 y se identifica como la primera plataforma de financiación participativa autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en España. Se trata de un espacio de conexión entre inversores y empresas con impacto social positivo. Actualmente, desde la Bolsa Social se han invertido 7.888.316 €, financiando 31 empresas. No ofertan otras carteras de inversión, su apuesta es “la transformación ética de la sociedad y las finanzas”, tal y como recoge su MisiónLa empresa Tucuvi, que desarrolla inteligencia artificial y voz para monitorizar a personas mayores y/o pacientes en su propio hogar, o Polynext, empresa de economía circular que da una segunda vida a los residuos de plástico a través del reciclaje, son ejemplos de empresas apoyadas por esta plataforma. 

Foto de ISotck by @Dzmitry Skazau

Las fundaciones, como hemos visto, también son un vehículo a través del cual canalizar apoyo para iniciativas de interés social. La Fundación Creas Valor Social creó, en 2018, Creas Impacto, el primer fondo de impacto autorizado por la CNMV, en el que el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) invirtió 10 millones de euros.  La prioridad del fondo es buscar “impacto”, es decir, invertir en compañías cuyas propuestas de valor se centren en mejorar o solucionar desafíos sociales, centrados en cuatro áreas (educación, asistencia sanitaria, sostenibilidad ambiental e innovación social), y con propuestas escalables e innovadoras. Certificado con el sello B Corp, su informe de impacto 2020 reporta 30 millones de euros como tamaño del fondo, con 8 empresas participadas con un ticket medio de entre 1 y 3 millones por compañía. 

El fondo CREAS Impacto no comparte espacio con otra cartera de inversiones tradicionales. Su portfolio de proyectos sólo incluye empresas con un claro componente social y medioambiental. Una de ellas es Patatam, compañía francesa cuyo objetivo es dar una segunda vida a las prendas de vestir favoreciendo además, la inclusión laboral de personas en riesgo de exclusión (parados de larga duración y jóvenes sin acceso a un primer empleo). También se encuentra en las empresas participadas Smileat, empresa española que comercializa productos de alimentación infantil ecológicos y sin azúcares ni aditivos. 

Banca Etica: los actores que llevan más años operando en el mercado español de la inversión de impacto

El informe de SpainNab 2020 identifica a la banca ética como “los actores que llevan más años operando en el mercado español, y sus carteras de préstamos a empresas sociales ascienden a 1.521 millones de euros, el 64 % del total del sector”. Fiare Banca Ética, dentro de la banca ética, lleva en su ADN la inversión de impacto: “el crédito que produce un cambio es el crédito que produce impacto”, recoge el informe de impacto 2020 de Fiare Banca Etica. Nace con la idea de que la banca puede ser una herramienta eficaz para promover una sociedad mejor, por ello solo comercializa productos y servicios vinculados a un impacto social, medioambiental y cultural.

La financiación otorgada por esta entidad en 2020 creció un 53% respecto al año anterior, apoyando proyectos que generan valor añadido para la sociedad. Durante ese año, Fiare aprobó 40 millones de euros para el desarrollo de la economía social y solidaria que continúa siendo una de las apuestas fuertes del banco, desde su puesta en marcha como entidad financiera en 2014 en España.  El 75% de la financiación total se ha invertido en los ámbitos de la inserción sociolaboral, la vivienda, la cultura y la educación. Una cifra destacable que se ha inyectado en empresas, cooperativas y asociaciones que trabajan para construir una sociedad mejor, al servicio de las personas y la sostenibilidad. 

Los ejemplos de La Bolsa Social, Fundación CREAS y su fondo CREAS Impacto, así como Fiare Banca Etica, suponen una muestra de entidades con una clara voluntad de transformación, con una visión integral de la inversión de impacto que ofrecen opciones para aquellos inversores que buscan una clara alineación de sus valores con objetivos de impacto, más allá de las oportunidades y tendencias del mercado. 

 

La Bolsa Social, la plataforma que conecta a empresas e inversores con valores

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