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Finanzas Eticas

Entrevista a Maritza Buitrago y Xavi Teis: «Coop57 cumple 25 años en un momento de auge pero también de grandes retos para las finanzas éticas»

Conversamos con Maritza Buitrago y Xavi Teis, coordinadora de la Fundación Coop57 y socio trabajador de la Cooperativa Coop57, para saber más sobre ...

De Alba Crespo Rubio
Maritza Buitrago y Xavi Teis, de la Fundación y la cooperativa Coop57. Foto: Anna Celma

Conversamos con Maritza Buitrago y Xavi Teis, coordinadora de la Fundación Coop57 y socio trabajador de la Cooperativa Coop57, para saber más sobre lo que 2020 ha traído a esta entidad y sus propuestas estratégicas para afrontar el momento actual.

A pesar de estar en el mismo núcleo, los dos espacios de Coop57, la cooperativa y la Fundación, tienen tareas y objetivos diferentes ¿Cuál es el trabajo de cada una?

Xavi Teis (XT): Coop57 es una cooperativa de servicios financieros que nace el año 1995, heredera de una lucha obrera de la antigua Editorial Bruguera, y se crea para poder dar salida financiera a proyectos del cooperativismo autogestionado que pudieran generar sus puestos de trabajo. Con el tiempo, el ámbito de actuación de la entidad se ha ido situando dentro de la Economía Social y Solidaria (ESS), el cooperativismo, las finanzas éticas, y actualmente es una herramienta financiera al servicio de estos ámbitos de actuación.

Funciona gracias a la captación de ahorro de la sociedad: la gente deposita sus ahorros en Coop57 mientras no los necesita, y estos son los recursos gracias a los que podemos financiar los proyectos de la ESS que lo necesitan. Todas ellas, tanto las personas que ahorran como las entidades financiadas son socias de la cooperativa, y por lo tanto colectivamente y democráticamente gestionamos el funcionamiento de ésta.

Maritza Buitrago (MB): Paralelamente se ha creado una herramienta complementaria que es la Fundación Coop57, que tenemos como objetivo poder incluir otros colectivos a la ESS y trabajar en proyectos con una mirada feminista, decolonial, antiracista, para llegar, con este objetivo de transformación social, allá donde no llegamos con la actividad crediticia.

Situándonos en la actualidad, el año 2020 ha traído novedades, ¿verdad? Por ejemplo, cumplís 25 años. ¿Cuál es el balance ahora mismo de este cuarto de siglo y sobre todo de los últimos años?

Xavi: Cumplimos 25 años en un momento de trasiego, con un fuerte impacto socio-pscológico-sanitario por la pandemia que estamos viviendo. 25 años son una efeméride significativa, pero para nosotras no hay un antes ni un después, solo es un punto en el contínuum de trabajo.

Todas las entidades de finanzas éticas, y no solo en Coop57,  estan en un momento de fuerte dinamismo y de gran crecimiento, especialmente desde ya hace diez años. Y en Coop57 llegamos a los 25 en este momento de grandes retos, de intentar ir afinando y haciendo más potente esta herramienta al servicio de la transfomación social y la ESS y, por lo tanto, como hemos hecho siempre, intentaremos dar respuestas a la situación actual, intentando ser consecuentes con este compromiso.

Teis: «Las finanzas éticas están en un momento de dinamismo desde hace unos diez años»

«Coop57 cumplimos 25 años en un momento de grandes retos, y toca seguir afinando esta herramienta para contribuir a la transformación social»

En este sentido, una pata del trabajo territorial y de incidencia social más «amplia» o «extensiva» es la Fundación, que en los últimos meses está tomando protagonismo. ¿Qué ha llevado a esta apuesta?

MB: La Fundación ya existía, nació hace unos cinco años, pero el año pasado se hizo una reflexión estratégica en la asamblea, que concluyó con la decisión de hacer una apuesta fuerte por esta herramienta. Veníamos reflexionando en cómo poder hacer proyectos diferentes, con la mirada puesta el este punto de partida de que todavía había un vacío en Coop57, y como podíamos llenarlo.

Esto era en el inicio del año 2020… Justo cuando la Fundación está pensando ésto, llega de la pandemia. Y estamos muy contentas de este impulso dentro del replanteamiento estratégico porque en el contexto de crisis ha hecho posible hacer realidad iniciativas como el Fons Cooperatiu, o varias cajas de resistencia que han sido significativas en la respuesta.

Con la fundación en marcha en medio de la pandemia hemos comprobado que es necesaria y que nos sirven las dos herramientas, que son complementarias, y que hemos podido dar una respuesta conjunta.

Buitrago: «El contexto de pandemia nos muestra que la Fundación Coop57, que estratégicamente ya se preveía potenciar, es necesaria y útil para llegar a toda la sociedad»

¿Por ejemplo?

Desde la Fundación lanzamos una campaña, Gazpacho Gitano, un proyecto de cocina y comedor popular en el barrio de las Tres mil viviendas de Sevilla, liderado por la Asociación gitana Vencedores. Esta organización pertenece a Coop57 desde hace años, pero en el marco de la pandemia cobró mucha relevancia, se vio que era muy necesario. Se apostó, entonces, por poner todas las fuerzas para hacer posible su proyecto: una cocina social y solidaria a través de una fórmula cooperativa. Desde la cooperativa se hizo un préstamo y desde la fundación se hizo un crowdfunding. Eso es lo que queremos decir cuando hablamos de la complementariedad.

¿Puedes explicar un poco en qué consiste el Fons Cooperatiu, impulsado por la ESS en Cataluña, y qué motivos lo mueven? ¿Hay ya datos o muestras del impacto del fondo?

Si. El Fons cooperatiu es una iniciativa conjunta entre 19 entidades de la ESS que en el marco de la emergencia social a causa de la COVID-19 nos juntamos a pensar en qué podíamos hacer, bajo la premisa de que sí podíamos dar una respuesta, y que era necesario darla. Nos decidimos, después de algunas reuniones, a lanzar la campaña «Economía por la vida» a través de Goteo.org. La Federación de Cooperativas de Trabajo de Cataluña también estaba pensando en esto, y se sumó a la iniciativa, poniendo además 30.000€.

La campaña ha tenido mucha respuesta, hemos recibido más de 400 donaciones entre entidades y personas individuales, de entre 100 y 5.000€, lo que denota una gran respuesta social. En total, se recogieron unos 92.000€, que es una cifra significativa pero a la hora de repartirla, es limitada.

Para hacer las asignaciones económicas se crearon una serie de criterios y se decidió dar lo recogido a proyectos de nuestro tejido de la ESS que estaban dando una respuesta concreta al contexto de la pandemia.

Recibimos más de 100 propuestas: esto nos muestra que la ESS tiene músculo, ha reaccionado y que ha puesto la vida en el centro. De éstos, se escogieron 39 proyectos, priorizando a cinco sectores: textil (elaboración de mascarillas y EPIs), producción y distribución ecológica de alimentos, el apoyo a tareas de cuidados, tecnología y software y reparaciones urgentes en los hogares.

Esto en una primera fase. Ahora estamos en una segunda fase, con convocatoria abierta hasta el día 10 de octubre… Con esta etapa buscamos apoyar a entidades que hayan algun proceso de capitalización desde el estado de alarma.

Relacionándolo con esta situación de crisis generalizada, y volviendo a la cooperativa, ¿cuáles son las prospecciones para estos próximos meses? ¿Como están los proyectos que acompañáis y financiáis?

XT: Es difícil responder. Lo que sí sabemos es que serán unos meses complicados, porque el contexto lo es, y porque seguramente -ni a nivel de Coop57 ni a nivel de sociedad- no hemos sido capaces de medir el alcance que está teniendo la pandemia en términos económicos.

Lo que hemos hecho hasta ahora ha sido ponérselo fácil a las entidades socias para que pudieran dar respuesta a la situación. Haciendo carencias de préstamos vivos, por ejemplo, porque cuando la actividad económica paró y no había facturación ni entrada de dinero, las entidades no estuvieran presionadas y pudieran aguantar aplazando el retorno de los préstamos. Esto permitió que no se vieran más perjudiacadas, y tuvieran más herramientas para salir adelante. Aún así, seguramente no todas podrán resistir, independientemente que nosotras les demos todas las facilidades.

Como cooperativa, para poder seguir dando respuesta, la estrategia es buscar agentes afines para establecer alianzas y sostener mancomunadamente el riesgo que asumamos con la concesión de nuevos préstamos. No sabemos qué pasará, pero seguiremos intentando apoyar, bajo la lógica de las finanzas éticas: que nuestra actividad sea una herramienta para hacer viables proyectos que tienen un valor social añadido en su tarea.

Teis: «Como cooperativa hemos puesto todas las facilidades a las entidades socias para que no tuvieran presiones económicas añadidas. Aún así, no todas resistirán al complicado contexto de la pandemia»

MB: La reflexión que hacemos desde la Fundación tiene que ver con el tipo de proyectos que hemos detectado en las 39 inicativas del Fons Cooperatiu. Y es que la respuesta a la crisis, en gran parte, viene de grupos autónomos. No todos los proyectos eran cooperativas consolidadas -que también las hay-, sino vienen, por ejemplo de grupos de mujeres trabajadoras del hogar y los cuidados, del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, redes vecinales que antes no estaban organizadas, … prácticas de la economía popular autoorganizada, que antes no tenían visibilidad dentro de la ESS.

Aquí, hemos visto que en esta crisis entramos desiguales y saldremos más desiguales aún; y que nuestra tarea tiene que ser ver como dar apoyo y cabida dentro de las dinámicas ESS a estas prácticas de economía popular que han sido tan evidentes y que consideramos importantes.

Desde la Fundación sí que hacemos una prospección hacia adelante: a raíz de esta crisis, se han construido procesos organizativos o se han reforzado los que ya existían, y nos ponemos como reto poder continuar trabajando con proyectos de este tipo.

Buitrago: «Entramos en la crisis desiguales, y saldremos más desiguales aún. Nuestra tarea es dar apoyo y cabida dentro de la ESS a las prácticas de economía popular que en gran parte han organizado la respuesta»

¿Como analizáis, desde las dos estructuras, la situación actual de parálisis y al mismo tiempo de empujar a marchas forzadas, ahora que ya llevamos unos meses de la crisis de la COVID-19?

XT: Yo me sumo a lo que explicaba Maritza: la crisis golpea de forma desigual. Y cito el eslógan de la iniciativa Projectes Lliures, impulsada en Cataluña desde Coop57, Òmnium Cultural i ECAS (Entitats Catalanes d’Acció Social), «Llueve sobre mojado», que refleja lo que está pasando. El mantra de que el virus «no entiende ni de fronteras, ni de género, ni de clases» es mentira. No afecta de la misma manera, y los recursos y capacidades de resistencia ante momentos difíciles también son desiguales.

El sistema económico, que nos aboca a crisis permanentes a muchas personas, ante estas crisis ve acentuadas las desigualdades, nos muestra sus fragilidades, las hace más evidentes y más crudas. Por lo tanto, la reflexión más global, más allá de la pandemia, es que el sistema actual no sirve. Por eso desde Coop57 -tanto la fundación como la cooperativa- trabajamos para cambiarlo, transformarlo, e intentar construir una manera de producir y reproducir diferente a la que el capitalismo promueve: al servicio del bienestar de la mayoría.

MB: Complementando, también pensamos que hay que volver un poco atrás, y ver la respuesta se dio desde la ESS a partir de la crisis del 2008. Creemos que ahí tenemos buenas prácticas a visitar y revisar, porque fue un momento de resiliencia desde la economía solidaria, y de impulso de ésta, tanto fruto de las demandas post 15M por parte de los movimientos sociales, como de algunas políticas públicas que apostaron por ella. Esto tuvo impacto en el crecimiento de la ESS, por lo menos en Catalunya.

Ahora que nos toca afrontar una crisis post-pandemia, quizás deberíamos ir a encontrar alianzas. Con nuestros valores y prácticas, sentir qué está pasando en los movimientos sociales y sus demandas, y encontrar sinergias con las políticas públicas. Es momento de encarar lo que se nos viene desde la máxima confluencia, desde lo colectivo.

Otra novedad es la entrada a FEBEA (Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos) de Coop57, una red que une entidades de finanzas éticas en toda Europa. ¿Qué supone esta vinculación para vosotros y qué créeis que podéis aportar vosotros?

XT: Es un paso que no habíamos hecho hasta ahora, pero responde a una de las máximas de Coop57 que es el trabajo en red.

Nosotras vemos que vale la pena articularse para construir juntas. De hecho, Coop57 es una red de personas y entidades. Estamos vinculadas a los distintos proyectos de Finanzas Éticas de nuestro entorno más cercano, a las redes de desarrollo de la ESS en todo el Estado español… Intentamos estar presentes, interlocutando con otras entidades, por lo que este paso de juntarnos a una red europea como es FEBEA era inevitable, diría. Y estamos muy contentas de haberlo hecho.

Teis: «En Coop57 trabajamos en red entre nosotras y con nuestro entorno. Por eso entrar en FEBEA era un paso inevitable»

Creemos que nosotras somos una entidad un poco particular -dentro de FEBEA hay pocas entidades parecidas a la nuestra- y creemos que lo que podemos aportar es nuestra manera de construir, de hacer finanzas desde la relación con las socias, la capacidad de crear respuestas imaginativas a necesidades concretas. Aunque estamos todavía en una fase de llegada y de conocernos, sobre todo lo que esperamos de FEBEA es poder aprender de sus miembros y generar sinergias, proyectos en los que compartir con otras entidades de la red.

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