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El momento de la economía social

La Economía Social vive un momento pujante. No solamente en España, donde recientemente se han conmemorado los 10 años de una pionera Ley ...

De valorsocial

La Economía Social vive un momento pujante. No solamente en España, donde recientemente se han conmemorado los 10 años de una pionera Ley Española de Economía Social, sino también en el ámbito internacional. Unión Europea, Foro Económico Mundial, Conferencia Internacional del Trabajo… todos ellos han abordado en estos últimos meses estrategias para el desarrollo de la economía social, como un pilar estratégico para contribuir a la regeneración post pandemia y al impulso de un desarrollo sostenible, basado en las personas.

En nuestro país, en el mes de marzo 2022, se conmemoraban los 10 años de una pionera Ley Española de Economía Social (aunque la Ley se aprobó en marzo de 2011), que no solo ha contribuido al desarrollo estatal del sector si no que ha servido como referencia e inspiración para leyes de otros países. A esta celebración le ha seguido la aprobación en pasadas semanas, por parte del Gobierno de España, de un Plan Estratégico de Inversiones en la Economía Social. El llamado PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) de economía social y de los cuidados cuenta con un presupuesto de más de 800 millones de euros. Forma parte del conjunto de proyectos de carácter estratégico, aprobados por el Gobierno para canalizar los fondos de regeneración post COVID19 europeos y que pretenden contribuir a la transformación de la economía española.

En el PERTE Social están implicados trece ministerios, lo que da cuenta del carácter transversal de la estrategia y pretende aumentar la participación de la economía social en el PIB español del 10% al 11%. Para ello, prevé dos grandes objetivos generales y una meta de carácter más estratégico. Por un lado, se pretende el impulso y desarrollo de la economía social mediante, por ejemplo, el apoyo de transformaciones empresariales a modelos de economía social, es decir, la recuperación de empresas en crisis por parte de personas trabajadoras bajo la fórmula de cooperativas o sociedades laborales. Por otro lado, también se propone mejorar la competitividad de los servicios en el ámbito de los cuidados. Esto implica, por ejemplo, apoyo a la profesionalización de los cuidados sanitarios y de dependencia, impulso a cuestiones vinculadas a la digitalización en este sector, etc. Por último, se plantea como objetivo estratégico la configuración de un laboratorio de vanguardia referente en economía social, que permita el intercambio y transferencia de conocimientos y buenas prácticas, entre otros. “Queremos convertir a España en un polo de referencia de la Economía Social en el mundo y en la Unión Europea«, indicó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante su intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que aprobó el Plan.

Para la red europea de referencia en economía social, Social Economy Europe, este plan de inversión en economía social “debería servir de ejemplo para otros Estados miembros de la UE que deseen desbloquear todo el potencial de la economía social para una recuperación justa”.

Por primera vez la EES presente en la Conferencia de la OIT

Mientras en España se aprobaba y difundía este plan estratégico, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebraba su 110.ª Conferencia (CIT 2022). En el marco de este evento anual, que congrega a representantes de gobiernos, personas trabajadoras y empleadoras de 187 Estados Miembros de la OIT, por primera vez se llevó a cabo una discusión general sobre la economía social y solidaria. El documento “El trabajo decente y la economía social y solidaria”, incluido en el orden del día, recoge el papel de la economía social durante las crisis financieras mundiales y la reciente pandemia, así como la pertinencia de la economía social para desarrollar resiliencia en la era posterior a la pandemia.

En la Conferencia el debate se articuló en torno a la propuesta de una definición universal de la expresión “economía social y solidaria”, incluidos sus principios y valores asociados, e igualmente la reflexión sobre cómo la economía social puede contribuir al trabajo decente y el desarrollo sostenible. Mediante estos debates se pretende proporcionar directrices de políticas que puedan impulsar un entorno favorable para la economía social e, igualmente, definir acciones a desarrollar por la OIT para promover y potenciar la economía social y solidaria. En este mes de junio 2022, está previsto aprobar un proyecto de resolución relativa al trabajo decente y la economía social y solidaria que sea la base de una estrategia y un plan de acción sobre la materia, que serán sometidos a aprobación en el seno de la OIT en noviembre de este año.

Portada del documento presentado en el World Economic Forum
La ESS presente también en el Foro Económico Mundial

También en el ámbito internacional, en este pasado mes de mayo 2022, la reunión anual del Foro Económico Mundial, que reúne en Davos (Suiza) a los actores más importantes de la economía mundial, ha otorgado un papel especial a la economía social, con la presentación del informe “Desbloqueando la Economía Social- Hacia una sociedad inclusiva y resiliente ”. El documento recoge cómo cada vez más gobiernos reconocen el potencial de la economía social para abordar los desafíos globales, pero “a pesar de su potencial, las economías sociales de todo el mundo encuentran barreras comunes que les impiden crecer: visibilidad limitada; falta de marcos legales y regulatorios de apoyo; falta de verificación y estándares; suministro inadecuado de recursos financieros y acceso restringido a los mercados”.

En este sentido, el informe describe cinco áreas políticas concretas que los gobiernos pueden desarrollar para construir sociedades más inclusivas, sostenibles y resilientes. Se reconoce la importancia del diálogo con los actores de la economía social así como de desarrollar entornos regulatorios para el sector. Igualmente, también se considera importante crear incentivos para la financiación y la inversión en la economía social y potenciar la contratación pública y privada de los bienes y servicios de las empresas que generan valor social y ambiental. Por último, para aumentar la visibilidad del sector, se anima a los gobiernos a recopilar estadísticas sobre la economía social que vayan más allá de los indicadores tradicionales, incluyendo, por ejemplo, indicadores de impacto social y ambiental. En este sentido, también se propone ampliar y mejorar la investigación y la educación sobre la innovación social, la empresa social y la economía social en las escuelas y universidades.

Las finanzas éticas, aliadas de la economía social

Según el informe del WEF “mediante la adopción de marcos de rendición de cuentas, taxonomías de informes sociales y modelos empresariales y de gobernanza más participativos, la economía social puede contribuir a la transformación estructural de nuestro modelo económico actual con sus desafíos persistentes y acelerar las transiciones hacia un futuro más inclusivo y sostenible”.

Como dejó patente la última Conferencia anual 2022 de FEBEA (Federación Europea de Finanzas Eticas y Alternativas), celebrada en Barcelona el pasado mes de mayo, las finanzas éticas son un aliado natural de la economía social. “Los bancos éticos son economía social, somos familia, juntos tenemos que seguir trabajando para conquistar nuevos espacios», afirmó Víctor Meseguer, director de Social Economy Europe, durante la Conferencia. Por eso, la economía social puede encontrar en las finanzas éticas un actor con el que trabajar por esa transformación social. 

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