Co(n)vivir en Cal Cases. Testimonios de cooperativas de vivienda en cesión de uso.

Entrevistamos a Alex, de la cooperativa de vivienda en cesión de uso Cal Cases, en Santa Maria d’Oló (Barcelona). Cal Cases nace de la voluntad de construir una comunidad que permitiera hacer más coherente la vida de los residentes con los valores que defienden, proponiendo un modelo de vida colectivo en un entorno rural. La autogestión, la agroecología o el asamblearismo son piezas estructurales de la vida en Cal Cases. Un proyecto con 15 adultas y 10 menores de edad, que basculan desde los 60 años de edad hasta los pocos meses de vida.

En Cal Cases se aplican los criterios de eficiencia energética, medioambientales y de bioconstrucción. Sus residentes creen que deberán afrontar algunos retos en el futuro, como el envejecimiento de la comunidad, los cuidados e incorporar los feminismos en su hacer, además de compaginarlo con seguir trabajando para la transformación social y la construcción de alternativas al sistema actual.

En Cal Cases hay 12 viviendas de entre 40 y 45 metros cuadrados cada una. Los espacios comunes (internet, electricidad, calefacción, cocina, comedor, biblioteca, talleres, sala de juegos, habitación de invitados, lavadoras, almacenes, jardines, huerto, …) ocupan la mayoría del proyecto, dada su localización en el medio rural, cuentan con 600 metros cuadrados interiores ( y 17 hectáreas exteriores). El coste medio mensual aproximado por vivienda: 500 € por persona adulta, y además todas aportan horas de trabajo. Aceptan la moneda social de la Ecoxarxa del Bages.

¿Por qué decidiste participar en un proyecto de vivienda cooperativa?

Por la convicción de que es colectivamente como hemos de afrontar los problemas que nos plantea la vida y el sistema.

Después de un tiempo viviendo en un proyecto de estas características, ¿cómo valoras la experiencia?

La valoro muy positivamente, es una escuela muy potente tanto para el aprendizaje de prácticas y técnicas, como de conocimiento de nosotros mismos y de los demás. Tenía un inocente pensamiento que sería más fácil o simple.

¿Cómo es la relación con los otros compañeras/os de proyecto?

Empezamos como compañeras y ahora somo más una familia, por las cosas buenas y las malas, hay afinidades diversas y los vínculos son vivos y cambiantes.

¿Qué consejos darías a las personas que se interesan en un proyecto similar?

Vale la pena si quieres y piensas que es importante la vertiente colectiva, que hay que trabajar las herramientas de comunicación, gestión de conflictos y toma de decisiones más allá de lo que pensamos que hace falta.

¿Con qué retos os habéis encontrado?

Gestionar las emociones, la diversidad, el poder y los conflictos interpersonales, y en temas más prácticos, gestionar las entradas/salidas.